Triste mirada la mía, echando de menos recuerdos que no volverán.
Querer dejar de mirar atrás algo que nunca podré borrar.
Desapareció tu presencia, desapareció mi felicidad.
Malditos años de juventud, maldita mi mala suerte al dejarte ir.
Tu volaste, te fuiste, me dejaste y olvidaste, tantos recuerdos, tantas promesas, quedaron en nada.
Como si de la luz se tratara, tan rápida y fugaz, así se esfumó nuestra amistad.
Me pregunto si mi luz aun brilla en ti, si después de tantas lagrimas encuentras la chispa que nos haga resurgir...
En mi, una hoguera y cien mil chispas.